jueves, 10 de enero de 2013

Llegando a las 12:40 am

Hace mucho que no oraba, que pedía algo con la estela de la fuerza que me queda
pero lo hice, pedí verte, pedí que me buscaras
y lo hiciste, pero debo aceptar que ya había perdido una vez.
Me reencontré con esté camino, lleno de densa niebla,
usando los zapatos más altos que poseía
intentando ocupar todos los rincones de tu mente con cada pisada.
Tonta, no recordaba, tales zapatos no me quedaban,
diseñados para caer.

¿Siempre he proyectado esta imagen?
No se si siempre me has visto frágil, rompible.
Si soplas, como una pluma me elevaré y aterrizaré
en el nido que me cuesta tanto dejar atrás.

Quizás fue mi deseo insistente de traerte a mi lo que te hizo recordarme,
pero siempre lo he sabido, eres libre, una mariposa;
conoces tan bien la soledad, la has asentado en tu cama
¿Y que hace una criatura solitaria? busca a otra.
Siempre lo he sabido, pero ahora lo escribiré:
Me siento sola, pero lo estoy más cuando estoy contigo.







Y acaba ya conmigo, nada más me pongo a escribir versos inútiles.





lunes, 7 de enero de 2013

No es bueno desvelarse, buscando los versos de muerte.

A veces, cuando leo poemas, me sorprende el hecho de reflejarme en ellos, y que no solo yo sino tantas personas han sentido lo que tales versos profesan. Me sorprende aun más la fluida manera en que otros lo aterrizan, y por ello quedan inmortales en tinta, desvelando lo que a otros, a mi, se les complica expresar. Yo seguiré intentando, manchando y rasgado la hoja, garabateando.